Un poco de historia para conocer los orígenes del cubo 

En 1974 un joven profesor de arquitectura en Budapest llamado Erno Rubik crea un objeto que no iba a ser posible, un cubo sólido trenzado que daba vueltas y  no se rompía ni desmontaba. Con pegatinas de colores en sus lados, el cubo se mezclaba y así surgió el primer "Cubo de Rubik". Erno tardó más de un mes en dar con la solución a su rompecabezas y no se llego a imaginar  que su cubo se convertiría en el  juguete más vendido del mundo mas adelante. Como profesor Erno siempre buscaba nuevas formas de presentar información, así que usó el primer modelo del cubo para ayudarle  a explicar a sus alumnos acerca de las relaciones espaciales más emocionantes. Erno siempre ha pensado en el cubo como un objeto de arte, un móvil de escultura que simboliza los fuertes contrastes de la condición humana: desconcertantes problemas e inteligencia triunfante; simplicidad y complejidad; estabilidad y dinamismo, orden y caos. Para que este objeto mágico se pudiese convertir en el juguete más popular en la historia algunas reuniones oportunas  tuvieron que ocurrir.

​

Como con muchos de los inventos más grandes del mundo no tuvo un nacimiento fácil. Después de presentar su prototipo a sus estudiantes y amigos Erno comenzó a materializar el potencial de su cubo. El siguiente paso fue fabricarlo. Los primeros cubos fueron fabricados y distribuidos en Hungría por Politechnika.  Estos primeros cubos comercializados como "Cubos mágicos" (o "Buvos Kocka") eran dos veces mas pesados de los disponibles más adelante. Eran hechos prácticamente a mano en su totalidad y el plástico era reciclado de mala calidad, los vinilos cortados a mano en forma cuadrada y con los colores puestos sin ningún orden o patrón.  El primer lote de prueba fue producido a finales de 1977 y distribuido en las jugueterías de Budapest, la ciudad natal de Rubik. En los años 70, Hungría era parte del régimen comunista detrás de la cortina de hierro y las importaciones o las exportaciones eran firmemente controladas. La invención de Erno  se había convertido en un gran éxito en Hungría y llegaba el momento de intentar que el cubo llegara a manos de niños de todo el mundo.

​

El primer paso de la batalla para el reconocimiento en todo el mundo iba a ser intentar salir de Hungría. Esto se logró en parte por los matemáticos encantados que mostraron los cubos en conferencias internacionales y en parte por un expatriado empresario Húngaro  que llevó el cubo a la Feria del juguete de Nuremberg en 1979. Fue allí donde Tom Kremer especialista en juguetes, acordó vender al resto del mundo. La creencia implacable de Tom en el cubo dio lugar finalmente a que Ideal Toy Company se encargara de la distribución del "Cubo mágico". Ejecutivos de ideal Toy pensaban que el nombre tenía insinuaciones de brujería y después de pasar por varias posibilidades  se decidió poner  "Cubo de Rubik"  y  fue le nacimiento de un icono.

​

En el tiempo desde su lanzamiento internacional en 1980 un estimado de 400 millones de cubos de Rubik han sido vendidos. Aproximadamente una de cada siete personas vivas han jugado con un cubo de Rubik. Este pequeño cubo de seis colores ha representado una década, ha iniciado movimientos artísticos (cubismo Rubik) , videos pop,  películas de Hollywood y hasta tenía su propio TV show,  ha llegado a representar el genio y la confusión y ha dado a luz un deporte (Speedcubing) e incluso se ha llevado al espacio.

​

Gracias Ernö.